Las emociones y la voz
Las emociones son una parte esencial de nuestra guía interior. Igual que las enfermedades y los sueños que tenemos, igual que nuestra vida, son nuestras, y hemos de reconocerlas y prestarles atención. Hemos de aprender a sentirlas, a no juzgarlas y a agradecerles que nos guíen. Nos dan a conocer cómo estamos dirigiendo nuestra energía vital. La rabia o la tristeza permanentes, por la ley de la atracción, tienden a atraernos si-tuaciones de rabia o tristeza. Las dosis diarias de alegría y de aprecio por nosotras mismas y por los demás tienden a atraernos alegría y aprecio. (...) Se necesita muchísima energía para reprimir las emociones naturales; la verdad es que es agotador. Cuando no hemos sentido nuestros sentimientos con regularidad durante un periodo de crisis o cambio personal, tenemos una acumulación de emociones reprimidas almacenadas en el cuerpo. La represión emocional es un hábito que se transmite de generación en generación. (...) Emitir sonidos es una parte importante de la liberación de emociones. Myron McClellan, autora de música especializada en el poder sanador del sonido, dice que «el canto forma parte del sistema digestivo emocional del cuerpo». El canto es un tipo de sonido sanador. Los gemidos y sollozos son otra. Anne Wilson Schaef enseña que esos sonidos son como garfios que entran en el cuerpo y lo limpian de toxinas y basura.